jueves, 7 de enero de 2010

ONG: inquietudes y preguntas

Este año he decidido que voy a cumplir mi propósito de Año Nuevo y cuanto antes, mejor, así que aquí va la primera entrada de este blog.

Permitidme dos líneas para presentarme y explicaros el motivo por el que he elegido el tema de este blog. Mi corta carrera profesional ha estado ligada a dos mundos que me siguen produciendo sentimientos encontrados: el de los medios de comunicación y las ONG.

"Iniciativas ONG" busca ser un espacio en el que comentar las acciones puestas en marcha por las organizaciones sin ánimo de lucro. Iniciativas que vayan desde campañas de sensibilización, proyectos en el terreno o acciones de captación y marketing. Con este fin nos acercaremos a las propias ONG para que sean sus protagonistas los que nos cuenten cómo funcionan y qué objetivos buscan.

Ocurre con este sector, que pese a los esfuerzos por acercarse a la sociedad, persiste una desconfianza generalizada hacia su labor. ¿A dónde va el dinero? ¿Realmente llega a donde se necesita? ¿No deberían ser voluntarios las personas que trabajen en una ONG?

Y al mismo tiempo miles de personas apoyan a estas organizaciones y pagan su cuota mensual sin hacerse demasiadas preguntas -pago mi cuota, cumplo con la exigencia solidaria y me olvido del tema-. También entre los propios medios de comunicación se ha mantenido una suerte de inmunidad hacia la labor de estos organismos, y se acepta su buen hacer sin dejar espacio a la crítica, que en muchos casos es vista como un ataque. Lola Gala, en su artículo "La otra cara de las ONG", lo define como "la confianza social en la bondad intrínseca de las ONG". Una confianza ciega que no admite dudas ni demasiadas preguntas.

Y sin embargo, las ONG funcionan en gran medida como cualquier otra empresa. Las dirigen personas que, cada día más, provienen del sector privado. Y el componente vocacional resulta cada vez más difuso, si bien sigue siendo un factor importante entre la gente joven que comienza su carrera profesional en estas organizaciones.

La gran diferencia es que no se ajustan a un modelo de producción convencional. No se puede medir su buena gestión a final de año analizando el balance de cuentas. Tampoco se puede cuantificar el beneficio producido por una campaña de concienciación. ¿Cómo podríamos calcular el beneficio producido por las movilizaciones de los activistas en la reciente cumbre del clima de Copenhague o el generado por una campaña de alfabetización?

Desde este espacio trataremos de acercar y conocer algunas de estas acciones, conocer a las personas que las ponen en marcha, a quién benefician y cuales son los objetivos que buscan. Aprovecharemos también estas líneas para contaros algo más sobre el funcionamiento de las ONG y para animaros a participar en alguna de sus iniciativas.

Bienvenidos a este espacio y hasta la próxima.

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